1.    Antecedentes y justificación

En el periodo posterior al terremoto del 27 de febrero de 2010, en Talca salieron a la luz pública diversos conflictos y demandas ciudadanas. De diversa índole, se expresan en ámbitos como la reconstrucción y reparación de viviendas, la recuperación de los barrios, el derecho a la localización, la calidad de la infraestructura pública, el derecho al trabajo y la participación en la planificación y gestión de la ciudad.

Los conflictos que se hicieron evidentes con ocasión de la destrucción causada por el terremoto, y las demandas planteadas en tal circunstancia por la ciudadanía, ocurren en el contexto de un modelo de reconstrucción caracterizado por distintos factores: i) la ausencia de una institucionalidad local o regional descentralizada e integrada que dirija la reconstrucción; ii) una planificación que descansa en la iniciativa e inversión privada y no en el abordaje de las consecuencias del terremoto en la vida y patrimonio material e inmaterial de las personas, familias y barrios; iii) un conjunto desarticulado de subsidios preexistentes para tiempos de normalidad, que en la reconstrucción operan sobre la oferta y no sobre la demanda; iv) el enorme protagonismo del sector privado (especialmente inmobiliario); y iv) la nula participación de los barrios, comunidades y damnificados/as en el diseño de las soluciones.

En este marco, los conflictos pos-terremoto en Talca son producto no tanto de los efectos físicos del sismo, sino de los efectos sociales y económicos del modelo de gestión aplicado, y especialmente de la omisión del Estado y del gobierno —en sus distintos niveles—, que no ha orientado el proceso de reconstrucción en función del bien público y del interés de sus habitantes y colectividades, dejándolo más bien al “libre juego de la oferta y la demanda individual”. Así, además, la capital de la región del Maule, la más rural del país, perdería otro capital o patrimonio: el de ser referencia y fuente de identidad para los habitantes de la región.

David Harvey señala que una característica de los procesos de transformación neoliberal en las ciudades es invisibilizar los conflictos que en ellas tienen lugar (Harvey, 2007). Particularmente en el pos-terremoto, esta práctica es muy común, extendida y utilizada especialmente por los actores con mayor poder de decisión en el contexto regional: el gobierno y los medios de comunicación, especialmente los escritos. El malestar ciudadano pos-terremoto en Talca es evidente, se expresa de muchas formas, y “la política” (el arte de discutir, deliberar y acordar en la polis) no es, no parece ser —hoy por hoy— un recurso para la acción.

La Escuela de Líderes de Ciudad, a través de este Mapa de Conflictos Urbanos pos-terremoto, aporta evidencia sobre tensiones reales y concretas que se producen en Talca, para sumar fuerza y capacidad de control social e incidencia ciudadana en su reconstrucción. Es decir, quiere contribuir a la construcción de un espacio para recuperar la política para la ciudad y la región.

 

2.    Objetivo del Mapa de conflictos pos-terremoto en Talca

  • Construir y mantener un mapa sobre los principales conflictos urbanos surgidos de los efectos del terremoto en Talca y de la aplicación del modelo de reconstrucción del gobierno actual.

 

3.    ¿Cómo definimos un conflicto en este Mapa?

Para la Escuela de Líderes de Ciudad (ELCI), un conflicto urbano pos-terremoto es una controversia pública que expresa las visiones de actores con distinto poder de decisión, sobre la construcción de la ciudad. También puede ser expresado como las reivindicaciones explícitas relativas al ejercicio de un derecho que se ejerce en la ciudad. Particularmente, a la ELCI le interesan los conflictos que se producen en torno a procesos de reconstrucción vinculados o no a un aspecto material de la ciudad.

Clasificamos los conflictos en tres áreas: i) vivienda, barrio y derecho a la localización; ii) recuperación y gestión de la infraestructura pública; y iii) gobernanza y planificación urbana.